Velas y coronas de Adviento; origen y significado
La palabra «Adviento» proviene del latín «adventus» que significa «venida, aproximación, llegada». Cuando esperamos que lleguen invitados a nuestras casas, encendemos las luces; anticipamos su llegada y les damos la bienvenida.
Las coronas y velas de Adviento son habituales en las iglesias católicas durante el tiempo litúrgico. Muchas personas también colocan coronas de Adviento en sus casas y encienden una vela cada domingo en familia. La corona de Adviento es una tradición cristiana centenaria, que simboliza en sí misma muchos temas y creencias fundamentales para la fe cristiana. La forma circular de la corona de Adviento simboliza el amor infinito de Dios.
Los materiales de la corona de Adviento nos llevan igualmente a reflexionar sobre la naturaleza eterna de Dios; tradicionalmente, las coronas de Adviento se han confeccionado con hojas perennes, como las de pino o abeto, que mantienen su color verde más allá de la estación en que se recogen.
¿Qué simbolizan las cuatro velas del Adviento?
En la tradición cristiana las 4 velas de Adviento representan los cuatro domingos de Adviento, y simbolizan respectivamente la esperanza, la paz, la alegría y el amor. En algunos hogares también se enciende una quinta vela en Nochebuena o Navidad para representar el nacimiento de Jesús; esta vela, cuando se añade a la corona de Adviento, suele ser blanca y más grande que las demás y se coloca en el centro de la corona.
Semanas y colores de las velas de Adviento
Elementos simbólicos
La corona quiere representar la eternidad y la fidelidad del amor de Dios, y sus ramas verdes, el mensaje de esperanza para toda la creación. Se pueden utilidar sólo velas blancas (pureza), rojas (amor) o moradas (penitencia y conversión).
Sin embargo, se pueden hacer varias combinaciones con diferentes colores. Por ejemplo, una consiste en tres velas moradas, una rosa (Cristo como ‘Rosa de Sarón», recordando un versículo del Cantar de los Cantares) y una blanca (Cristo como’ Luz del Mundo’, recordando Juan 8,12).
Otra combinación es utilizar una vela morada (conversión), una verde (esperanza), una blanca (pureza) y una roja (amor). Cada una se enciende en un momento especial de la liturgia dominical, como el inicio del culto, y una de las pautas tradicionales es la siguiente:
1. Primer Domingo de Adviento. Amor (rojo)
2. Segundo Domingo de Adviento. Paz (blanco)
3. Tercer domingo de Adviento. Gozo (morada)
4. Cuarto domingo de Adviento. Esperanza (verde)
En cualquier caso, el calendario de las diferentes tradiciones religiosas permite que, muy a menudo, coincida en el tiempo Navidad, tradición vinculada a la Luz y al Solsticio de Invierno, con una tradición judía también relacionada con la Luz: Januká.
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