Descripción

Para las personas cafeteras, ¿qué hay más agradable el olor a café? No hay nada como el aroma del café recién hecho por la mañana, hace que empecemos bien el día y todo sea más agradable, al menos para quienes disfrutamos de una buena taza de café cada día.

La vela Café, es decorativa a la vez que aromática. Cada vez que pasemos a su lado, nos ayudará a recordar ese instante matutino y disfrutar por un instante de esa sensación.

El aroma a café ya es capaz de mejorar nuestras capacidades cognitivas, es decir, optimiza la atención, la capacidad de análisis, de resolución de problemas y el desempeño laboral y académico en general. Parece producto de la magia, sin embargo, la autora del trabajo, la doctora la Adriana Madzharov, destaca una cuestión tan llamativa como curiosa: se trata de un simple efecto placebo.

Basta con que una sala o una habitación desprenda olor a café, para que el 90% de las personas experimenten bienestar. «Como ya sabíamos, al cerebro le apasiona el café. La cafeína lo estimula, le genera placer y activación. Por tanto, el simple aroma también puede activar todos esos procesos debido a ese recorrido neuronal que se produce entre la corteza cerebral y el sistema límbico: nos sentimos motivados al recordar sus beneficios.»

Aspectos olfativos: Dulce-amarga, despertar, divertida, juguetona, trampantojo

Duración: 15/20 hrs. aprox.
150ml

– Notas Olfativas:
Bases: Vainilla
Medias: Chocolate
Altas:  Café

– Cera vegetal de soja 100%
– Mecha de algodón
– No testado en animales
– Vegano

Instrucciones de quemado:

La primera vez que enciendas la vela, el tiempo de quemado ha de ser el suficiente como para derretir toda la superficie de la vela, así, toda la cera será aprovechada y no se crearán túneles.

Apágala correctamente. Por regla general se apaga soplando y tampoco es una aberración pero es mejor apagar la vela con un apagavelas o simplemente tapándola con algo sólido, como una tapa, para eliminar el oxígeno. En pocos segundos, se apaga sola y no deja ningún tipo de residuo. En general, se recomienda que las velas se enfríen durante al menos dos horas antes de volver a encenderlas.

Nunca dejes encendida una vela sin vigilancia. Manténla lejos de corrientes de aire, de elementos inflamables, de niños y de mascotas.

Todas las velas de rocigarcía son artesanas, vertidas a mano y realizadas con todo el cariño del mundo.
Esperamos que disfrutéis mucho de ellas.